La Arandina gana la liga y logra un histórico ascenso a Segunda RFEF

Aranda de Duero

Elda, La Nucía, Almería, Palencia y más reciente Aranda ¿Se acuerdan? Fueron algunos de los playoffs pasados en los que la cruz recayó sobre la Arandina en sus intentos de ascenso. Algunos fueron tremendamente crueles. Y el pasado año, en época de transición para el club, ni siquiera hubo playoff; se quedaron a las puertas. El fútbol le debía una a la escuadra blanquiazul, y se la ha cobrado en gran parte en una temporada histórica: siete meses sin perder -ni una derrota en toda la temporada-, un liderato apisonando y sometiendo a muchos de sus rivales -algunos en presupuesto superiores, como Ávila o Salamanca.- y logrando el ascenso en Aranda por primera vez en su estadio, frente a su afición y un Juan Carlos Higuero con mucha expectación y casi 3.000 espectadores.

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Primeros minutos de tanteo pero con una Arandina que supo despojarse de los nervios para ilusionar a su gente. Y la primera ocasión fue casi inmedita, pero llegó a través de un penalti pitado por mano en área maragata. Pesca esta vez asumió su rol de capitán pero pecó de colocación más que de potencia, adivinando Sergio García las intenciones. Un revés que, igual que una semana antes en Salamanca, no dobló al cuadro blanquiazul. Generó más ocasiones y llegadas, con remate de cabeza del propio Pesca y antes otra intentona de Átomo que desbarató el meta leonés. Corrían los minutos y aunque el nerviosismo por la cita se notaba en las filas locales, los visitantes sufrían un sometimiento constante hasta que se desmelenaron. Una buena jugada trenzada por la izquierda que dejó a David ante Jara, pero que supo despejar a córner interponiéndose Zazu.

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Pero tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. La Arandina merecía el gol y lo logró en el 23' con un remate impecable de Manu Calvo a centro desde el costado derecho. 1-0. Pero aún había más por vivir y celebrar. Solo tres minutos tardaron los blanquiazules en hacer el segundo; fue en un córner, también de cabeza, pero con otro protagonista: Jaime Márquez. 2-0. Ese golpe sí diluyó y por completo al Astorga, muy fallón en defensa y con solo un cerebro operando en el centro del campo -David Álvarez, ex blanquiazul- que no era suficiente. Los de Álex Izquierdo querían más y siguieron generando peligro, pero sin lograr el tercero.

Confirmación con sustos

Como los de Lago andaban desaparecidos sobre el terreno de juego hubo que dar movimiento al banquillo. Sirvió para dar un paso más al encuentro, pero la Arandina quería más y no le perdía la cara al partido, presionando y creyendo en sus posibilidades. El partido se niveló y las opciones fueron ahora visitantes. Adri pudo poner el 2-1 en un remate tras un centro lateral que salió desviado. Y siguió el Astorga con un gran remate de cabeza que batía a Jara, pero Andrés despejaba sobre la línea. Siguió buscándola y creciéndose el cuadro visitante, llegando desde la frontal pero pudiéndose aprovechar de los errores defensivos de los blanquiazules -poco habituales-, mientras la sentencia también pudo llegar en un buen robo de Pedro en ataque que, tras ceder a Manu, no supo resolver a bocajarro para el 3-0.

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Por eso, y tras un gran balón largo de Álvarez, el Astorga, en las botas de Adri, recortó distancias batiendo a Jara. 2-1. Pero los blanquiazules no se rindieron y con Pesca de falta, a punto estuvieron de poner el 3-1. Ya casi no quedaba tiempo, y sí ganas de celebrar. Pitido final y ascenso.

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La celebración más esperada

La fiesta se inició con el pitido final sobre el verde del Juan Carlos Higuero. Se obraba un día histórico para el fútbol arandino y la Arandina; el primer ascenso en casa a Segunda RFEF, sin saber lo que es una derrota, metiéndose en Copa del Rey y escalando a este proyecto al lugar que, como mínimo, le corresponde. Gritos de euforia, lágrimas de emoción, y felicidad. Muy merecida y justa. Tardó; pero llegó.